Es la primera familia paracaidista en el Ecuador y de las pocas en el mundo conformada por un padre (Edgar Narváez) y tres hijas mujeres (Nadya, Erika y Ragde).
Desde corta edad, las tres hijas de Edgar, veían a su padre realizar saltos en paracaídas, así que era algo común en su entorno, aunque para otras niñas de su edad no. No tomó mucho tiempo a Edgar tener la idea de hacer que una de sus hijas salte con él y compartieran juntos esa experiencia. Empezó con Nadya, la mayor; unos años después Erika, la segunda; y finalmente Ragde, la tercera. Todas realizaron el curso de paracaidismo con su padre, Nadya a los 15, Erika a los 13 y Ragde a los 18. Ahora forman un equipo y saltan juntos.